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"Hasta el rabo todo es toro"
Mil veces hemos escuchado esta frase en el fútbol, haciendo referencia a que el partido dura hasta que pita el árbitro y si no que se lo digan al Atlético de Madrid.
Al igual que había sucedido en el partido de la primera vuelta, los nuestros, encajaron un gol en el último minuto de partido, lo que hace que los jugadores se vayan para la ducha con sensación de haber perdido e impotentes por no poder reaccionar ante el gol encajado. En este partido además, la indignación era generalizada entre jugadores y aficionados dado que el árbitro prolongó 4 minutos el encuentro.
Los nuestros saltaron al terreno de juego, de nuevo con defensa de cinco, pero en esta ocasión, la disposición táctica del equipo rival, que acumulaba muchos jugadores en el centro del campo, provocó que lo que tan bien había funcionado en los dos partidos anteriores, no fuera tan efectivo, desencadenando eso, en un domínio inicial del equipo local lo que le sirvió para adelantarse en el marcador.
Pronto desde nuestro banquillo sé dieron cuenta y llegaron las primeras correcciones, ordenando a uno de los tres centrales a tapar a su jugador más talentoso al medio del campo. Con esa corrección, el Arteixo dejó de jugar tan cómodo y pronto Alejandre anota el empate, tras adivinar las intenciones de Oanes al sacar de portería, anticipándose al defensa para quedar en un mano a mano con el portero y batir la portería rival.
Después de unos minutos donde los equipos se tomaban el pulso, el Arteixo se adelanta de nuevo en su segunda aproximación al área, cuando corría el minuto 30. Los nuestros, lejos de venirse abajo y coincidiendo con la entrada en el campo de Samu, que sustituía a Carlos que se había vaciado la primera media hora, empieza a dominar y a ser mejor que el rival. El campo estaba ahora inclinado hacia la portería rival y la conexión entre Alejandre y Samu, dio sus frutos. Jugada rápida en medio campo, llegando el balón para Alejandre en la media punta, que ve el desmarque de Samu, para darle un pase que lo deja habilitado para batir la meta rival, con una magnífica definición.
Justo cuando mejor estábamos llega el descanso, con tablas en el marcador.
La segunda parte y con la entrada de Veira, Xaco ocupa el lateral izquierdo para que Nico, avance por el carril izquierdo.
Después de un par de intervenciones de Borja, Alejandre coge otro balón dentro del área, que aunque estaba muy escorado consigue mandar el balón al fondo de la red.
Con el 2 - 3, el Arteixo adelanta líneas y poco a poco comienza a dominar de nuevo el partido y pronto llegan las ocasiones, sobre todo en los saques de esquina.
Cuando peor lo estaba pasando nuestro equipo, entra en el campo Antón, para relevar a un exausto Nico. Antón, con su garra, le dio a sus compañeros algo en lo que creer y el equipo salió de la cueva sacudiendose la presión a la que estaba siendo sometido y en los minutos finales, parecía estar mas cerca el 4-2 en alguna contra, que el empate. Pero el fútbol ya se sabe como és y allá por el minuto 84, llega el gol del empate en un remate de cabeza dentro del área, con el partido ya acabado.
La cara de nuestros jugadores y aficionados era un poema, viendo como de nuevo el eterno rival conseguía su botín en el último minuto.
La verdadera pena de encajar de esa forma, es sin duda que los jugadores salen del campo con la misma frustración que si hubieran perdido y después de ver el partido realizado por nuestro equipo, es totalmente injusto que salgan con esa sensación, pues el trabajo realizado es para que todos los que formamos este Club, nos sintamos orgullosos de este equipo y más, cuando después del partido, entras en el vestuario y ves a jugadores llorando de impotencia y rabia por que saben, que en esta ocasión, el fútbol les ha dado la espalda.
Para terminar esta crónica, solo me queda decir, que por partidos como estos y por muchísimas otras cosas, es por que somos del PASTORIZA!!!!!
Autor - Javier Vecino
Mil veces hemos escuchado esta frase en el fútbol, haciendo referencia a que el partido dura hasta que pita el árbitro y si no que se lo digan al Atlético de Madrid.
Al igual que había sucedido en el partido de la primera vuelta, los nuestros, encajaron un gol en el último minuto de partido, lo que hace que los jugadores se vayan para la ducha con sensación de haber perdido e impotentes por no poder reaccionar ante el gol encajado. En este partido además, la indignación era generalizada entre jugadores y aficionados dado que el árbitro prolongó 4 minutos el encuentro.
Los nuestros saltaron al terreno de juego, de nuevo con defensa de cinco, pero en esta ocasión, la disposición táctica del equipo rival, que acumulaba muchos jugadores en el centro del campo, provocó que lo que tan bien había funcionado en los dos partidos anteriores, no fuera tan efectivo, desencadenando eso, en un domínio inicial del equipo local lo que le sirvió para adelantarse en el marcador.
Pronto desde nuestro banquillo sé dieron cuenta y llegaron las primeras correcciones, ordenando a uno de los tres centrales a tapar a su jugador más talentoso al medio del campo. Con esa corrección, el Arteixo dejó de jugar tan cómodo y pronto Alejandre anota el empate, tras adivinar las intenciones de Oanes al sacar de portería, anticipándose al defensa para quedar en un mano a mano con el portero y batir la portería rival.
Después de unos minutos donde los equipos se tomaban el pulso, el Arteixo se adelanta de nuevo en su segunda aproximación al área, cuando corría el minuto 30. Los nuestros, lejos de venirse abajo y coincidiendo con la entrada en el campo de Samu, que sustituía a Carlos que se había vaciado la primera media hora, empieza a dominar y a ser mejor que el rival. El campo estaba ahora inclinado hacia la portería rival y la conexión entre Alejandre y Samu, dio sus frutos. Jugada rápida en medio campo, llegando el balón para Alejandre en la media punta, que ve el desmarque de Samu, para darle un pase que lo deja habilitado para batir la meta rival, con una magnífica definición.
Justo cuando mejor estábamos llega el descanso, con tablas en el marcador.
La segunda parte y con la entrada de Veira, Xaco ocupa el lateral izquierdo para que Nico, avance por el carril izquierdo.
Después de un par de intervenciones de Borja, Alejandre coge otro balón dentro del área, que aunque estaba muy escorado consigue mandar el balón al fondo de la red.
Con el 2 - 3, el Arteixo adelanta líneas y poco a poco comienza a dominar de nuevo el partido y pronto llegan las ocasiones, sobre todo en los saques de esquina.
Cuando peor lo estaba pasando nuestro equipo, entra en el campo Antón, para relevar a un exausto Nico. Antón, con su garra, le dio a sus compañeros algo en lo que creer y el equipo salió de la cueva sacudiendose la presión a la que estaba siendo sometido y en los minutos finales, parecía estar mas cerca el 4-2 en alguna contra, que el empate. Pero el fútbol ya se sabe como és y allá por el minuto 84, llega el gol del empate en un remate de cabeza dentro del área, con el partido ya acabado.
La cara de nuestros jugadores y aficionados era un poema, viendo como de nuevo el eterno rival conseguía su botín en el último minuto.
La verdadera pena de encajar de esa forma, es sin duda que los jugadores salen del campo con la misma frustración que si hubieran perdido y después de ver el partido realizado por nuestro equipo, es totalmente injusto que salgan con esa sensación, pues el trabajo realizado es para que todos los que formamos este Club, nos sintamos orgullosos de este equipo y más, cuando después del partido, entras en el vestuario y ves a jugadores llorando de impotencia y rabia por que saben, que en esta ocasión, el fútbol les ha dado la espalda.
Para terminar esta crónica, solo me queda decir, que por partidos como estos y por muchísimas otras cosas, es por que somos del PASTORIZA!!!!!
Autor - Javier Vecino
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